El mercado de los objetos del cine y de artistas que aparecieron en la pantalla grande ha crecido en los últimos 20 años, con precios que alcanzan nuevos récords, ¿pero quién compra esos recuerdos y qué hacen con ellos? Son objetos de las fantasías infantiles, como la capa del caballero Jedi que portó Sir Alec Guinness en el papel de Obi Wan Kenobi en “La Guerra de las galaxias”. Nunca antes algo parecido a un simple saco marrón de lana ha sido tan codiciado por tantos, a un precio que sólo unos pocos pueden pagar. Hace unos días en Londres se subastaron más de 400 trajes, que reunieron unos US$1.100 millones, a partir de los precios de salida que iban desde US$289 hasta US$96.000. El vestido Givenchy que utilizó la actriz Audrey Hepburn para la cinta “Desayuno con diamantes” alcanzó un precio de € 608.000 en noviembre pasado(Ver nota), en lugar de los US$135.000 que se esperaban, y con el dinero se construyeron 15 escuelas en India. En diciembre, el atuendo del león cobarde de “El Mago de Oz” se vendió en más de US$675,000 en una subasta, mientras que unos meses más tarde, el vestido azul y blanco de Dorothy llegó a US$270,000. Pero, ¿quién compra esa memorabilia y qué hacen con ella? Todos, desde coleccionistas de primer nivel hasta cinéfilos aficionados, así como chicos ricos del distrito financiero que buscan una inversión para alguien que desea encontrar ese regalo “super especial”, dice Adrian Cowdry, experto en memorabilia cinematográfica en la casa de subastas Bonhams, en la capital británica, donde la puja se realizó el martes. El mercado de la memorabilia cinematográfica despegó en 1970, cuando objetos como los posters de época, como el de “Casablanca”, cobraron un valor inusual. “Como estas cosas estaban en papel, comunmente se tiraban a la basura, así que las pocas que sobrevivieron se volvieron más deseables”, asegura Cowdry. “Entonces hubieras podido comprar el saco de Humprey Bogart por unas cuantas libras. Hoy costaría más de US$500,000″. El cine es, sin duda, el arte de nuestro tiempo y estas piezas de arte están al alcance de las masas. Compañías como Planet Hollywood compran memorabilia con el fin de atraer al público y como decoración de sus restaurantes alrededor del mundo. Pero también hay una tropa de dedicados individuos que se dedican a coleccionar, quienes compran objetos sólo para mostrarlos en su hogar, y que incluso utilizan los trajes y accesorios en su vida diaria. ¿Por qué? Harry Harris, coleccionista de “Alien” : Es muy inusual tener una colección de sólo una película. Tuve mucha suerte de encontrar algunas piezas baratas y de ahí fue creciendo. En 1992 ví el anuncio de una subasta de los disfraces utilizados en “Alien 2″. Por US$500 compré una chaqueta militar y los trajes espaciales que portó el elenco principal. He gastado unos US$9,400 en mi colección, y podría venderla en US$35,500. No colecciono para venderlo, pero si me encontrara en problemas, tendría que hacerlo. Denis Ahmed, comerciante y ex coleccionista : Todo comenzó con un poster antiguo de James Bond. Recuerdo lo feliz que fui de niño al ver mi primer película de Bond con Roger Moore y cómo deseaba algo que me recordara ese sentimiento. Luego comencé con los accesorios. Me encantaban las películas de “Alien” a finales de los 80. Algunas piezas se subastaron y en ese entonces todavía podías encontrar cosas baratas. Ahora muchas de ellas valen decenas de Fuente: BBC Mundo
Si esperaba hacer una oferta, olvídelo. La capa se vendió en una subasta en el Reino Unido por más de US$104.000. Además de esta pieza, la subasta incluyó el traje que Mel Gibson utilizó para la cinta “Corazón valiente”, vendido en US$44.000.
sábado, 17 de septiembre de 2011
Disfraces de película… y de colección
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario